A medida que los dispositivos electrónicos ganan en rapidez, reducen su tamaño e incrementan su complejidad, el intrincado diseño de PCB se vuelve aún más crítico, y entre sus muchas funciones vitales, las vías destacan como algunos de los componentes más pequeños, pero más esenciales.
A simple vista, las vías pueden parecer pequeños orificios dispersos por las superficies verdes o azules de un PCB. De todos modos, su rol no es menor. Estas pequeñas vías conductoras conectan las distintas capas de un PCB, permitiendo que las señales y la energía fluyan sin interrupciones a través de la estructura multicapa. Sin las vías, los sofisticados circuitos de los que dependemos cada día sencillamente no serían posibles.
Las vías garantizan la integridad de la señal, mantienen la conectividad eléctrica y gestionan el rendimiento térmico. Su diseño, ubicación y tipo pueden determinar el rendimiento de un PCB e influir directamente en la fiabilidad y eficacia de todo el sistema.
La comprensión de los distintos tipos de vías, junto con sus aplicaciones y las mejores prácticas de diseño, es crucial para cualquiera que se dedique al diseño de PCB o a la ingeniería eléctrica. Ya se trate de vías pasantes, ciegas o enterradas, cada una satisface un propósito específico e incorpora sus propias consideraciones de diseño. Optimizar la implementación de las vías no consiste únicamente en la conexión de capas; se trata de permitir el máximo rendimiento del PCB, así como del dispositivo que alimenta.
En este artículo, profundizaremos en el mundo de las vías de PCB, arrojando luz sobre el rol fundamental que desempeñan en la electrónica moderna y ofreciendo perspectivas sobre cómo un diseño bien planificado de las vías puede mejorar significativamente el rendimiento general del sistema.
En esencia, una vía es un camino conductor que posibilita el paso de las señales eléctricas o la energía entre las capas de una placa de un PCB multicapa. Estas vías se forman mediante la perforación de pequeños orificios en la placa, que posteriormente se recubren con material conductor, generalmente cobre. Sin vías, un PCB quedaría confinado a una sola capa de circuitos, lo que limitaría enormemente su funcionalidad y densidad.
Pero las vías son algo más que meros túneles verticales: forman parte integrante del enrutamiento de señales. En diseños de alta velocidad o alta frecuencia, sus propiedades eléctricas (como la inductancia, la capacitancia y la impedancia) deben ponderarse cuidadosamente al objeto de evitar la degradación del rendimiento.
Las vías juegan un papel primordial a la hora de determinar el rendimiento y la funcionalidad del PCB. Entre sus principales usos se incluyen:
Existen varios tipos de vías, cada una adaptada a configuraciones de PCB y requisitos de rendimiento específicos (Figura 1). La más común es la vía pasante, que va de la capa superior a la inferior y conecta cada una de las capas intermedias. Si bien son sencillas y rentables, las vías pasantes pueden ocupar un valioso espacio en la placa e introducir parásitos no deseados en diseños de alta velocidad.
Para solucionar estos problemas, los diseñadores a menudo recurren a vías ciegas y enterradas. Las vías ciegas conectan una capa exterior a una o más capas interiores sin atravesar toda la placa. Las vías enterradas están completamente encerradas en las capas interiores, invisibles desde la superficie de la placa. Estos tipos de vías permiten una mayor densidad de capas y un mejor control sobre la integridad de la señal, si bien a un coste de fabricación superior.
Después están las microvías, que son la piedra angular de los diseños de interconexión de alta densidad (HDI). Se perforan con láser y por lo general tienen un diámetro inferior a 150 micras. Debido a su pequeño tamaño y capacidad de apilarse o escalonarse, las microvías posibilitan un enrutamiento más ajustado y componentes con un paso más fino, que son esenciales en los teléfonos inteligentes, dispositivos portátiles y dispositivos IoT compactos de hoy en día.
Otro tipo menos glamuroso, pero de gran importancia, es la vía térmica. A menudo se utilizan para alejar el calor de los componentes de alta potencia, transfiriéndolo a una zona de cobre más amplia o incluso a un disipador térmico situado en otra capa. La gestión térmica es un aspecto del diseño de vías que con frecuencia se subestima, pero que resulta crítico en la electrónica de potencia y las placas LED.
Figura 1: Sección transversal de un PCB multicapa que muestra vías pasantes, ciegas y enterradas (fuente: GlobalWell PCBA)
El diseño de las vías juega un papel primordial en el mantenimiento de la integridad de la señal, especialmente en aplicaciones de alta velocidad donde cada aspecto de la ruta de la señal se convierte en crítico. La presencia de vías puede introducir discontinuidades en la ruta de la señal, lo que genera reflexiones y desajustes de impedancia que pueden degradar la calidad de la señal. Para mitigar estos efectos, los diseñadores acostumbran a emplear técnicas como la perforación posterior (back-drilling) para eliminar los stubs de vía no utilizados, que de otro modo pueden actuar como estructuras resonantes y comprometer la integridad de la señal.
La gestión térmica (Figura 2) representa otro aspecto crucial en el que el diseño de las vías ejerce un impacto significativo. Las vías térmicas, diseñadas específicamente y ubicadas cerca de componentes de alta potencia, crean vías eficientes para la disipación del calor. La colocación estratégica de estas vías ayuda a prevenir la formación de puntos calientes y garantiza una distribución más uniforme de la temperatura en toda la placa, lo que en última instancia potencia la fiabilidad y longevidad del sistema electrónico.
Figura 2: Detalle de un PCB que muestra las vías térmicas (Fuente: FS PCBA)
Un diseño de vía eficaz es esencial para alcanzar un rendimiento elevado, fiabilidad y rentabilidad en los PCB. A continuación, se presentan algunas prácticas recomendadas.
Si bien las vías son esenciales para las transiciones entre capas, cada una de ellas introduce inductancia y capacitancia parásitas. Estos elementos parásitos pueden afectar negativamente a la integridad de la señal, especialmente en frecuencias más altas.
Técnicas de minimización del número de vías:
La colocación de las vías es tan crítica como su cantidad (Figura 3). Unas vías mal ubicadas pueden introducir longitudes de trazas superiores, crear desajustes de impedancia y exacerbar los problemas de integridad de la señal.
Figura 3: Detalle de un PCB con diseño denso del sustrato BGA mediante microvías (fuente: Altium Resources)
Las dimensiones de una vía (diámetro de perforación y diámetro de la almohadilla) deben considerarse cuidadosamente en función de la aplicación.
Las vías pasantes que conectan más capas de las necesarias crean stubs, es decir, porciones no utilizadas del cilindro de la vía. Estos stubs pueden actuar como estructuras resonantes, provocando reflexiones de señal y causando problemas de integridad de la señal, particularmente en frecuencias más altas donde la longitud del stub se convierte en una fracción significativa de la longitud de onda de señal.
Técnicas de mitigación de los efectos de los stubs de vías:
Las vías introducen discontinuidades de impedancia en la ruta de la señal debido a sus características inductivas y capacitivas. Estas discontinuidades pueden provocar reflexiones de la señal, que degradan su integridad.
Técnicas para mejorar la adaptación de impedancia alrededor de las vías:
El proceso de fabricación de vías para PCB requiere una cuidadosa atención a las normas y mejores prácticas del sector. El Instituto de Circuitos Impresos (IPC) proporciona directrices exhaustivas a través de normas como la IPC-2221 y la IPC-6012, que especifican los requisitos de diseño y rendimiento de las vías. Estas normas garantizan la coherencia y fiabilidad en la producción de PCB, a la vez que abordan aspectos críticos como la protección de las vías y los requisitos de cualificación.
Las modernas técnicas de fabricación han ampliado las posibilidades de implementación de vías, pero también presentan ciertas limitaciones que los diseñadores deben tener en consideración. Por ejemplo, la producción de vías ciegas y enterradas implica procesos complejos que requieren técnicas precisas de taladrado y chapado. La relación de aspecto de las vías (es decir, la relación entre el diámetro y la profundidad del orificio) sigue siendo un factor crítico que afecta tanto a la capacidad de fabricación como a la fiabilidad.
05.06.2025